Los tres pilares de una educación de calidad
La educación de calidad se basa en tres pilares:
- La enseñanza de calidad – ésta se garantiza consiguiendo candidatos a la formación docente que posean un alto perfil para la enseñanza, prestándoles una formación inicial docente de alta calidad y brindándoles a lo largo de su carrera un desarrollo profesional permanente. Los docentes son el recurso educativo más importante y un factor determinante de la calidad. Deben ser tratados como profesionales respetables. La docencia debe representar una opción profesional atractiva, y debe seguir siendo suficientemente atractiva, en términos de salarios y condiciones de empleo, para retener a los mejores docentes en servicio.
- Herramientas de calidad para la enseñanza y el aprendizaje – incluyendo programas de estudio adecuados así como materiales y recursos didácticos inclusivos. Estos pueden proporcionarse a través de la aplicación de tecnologías de la información y la comunicación, es decir, mediante el aprovechamiento del enorme poder de Internet y la capacidad y accesibilidad de la tecnología moderna para ayudar y servir de apoyo a la enseñanza y el aprendizaje.
- Entornos de calidad para la enseñanza y el aprendizaje – favorables, pertinentes, seguros y protegidos, que cuenten con las instalaciones adecuadas para fomentar el aprendizaje del alumno y para que los docentes puedan enseñar con eficacia. Un entorno de calidad también incluye la participación de los padres, alumnos, docentes, autoridades escolares y personal de apoyo en una comunidad que trabaje conjuntamente para lograr el objetivo de una educación de calidad para todos sus alumnos y alumnas.